domingo, diciembre 04, 2005

Olite, Navarra. 12-05



El conjunto formado por sus estancias, jardines y fosos, rodeados por las altas murallas y rematados por las numerosas torres, le confieren una espectacular y mágica silueta. En su época, llegó a ser considerado como uno de los mas bellos de Europa. En él podremos diferenciar claramente dos recintos: el Palacio Viejo convertido en Parador Nacional de Turismo, y el Palacio Nuevo, en el que se centra la visita.Lamentablemente, en su visita no vamos a poder hacernos ni la mas ligera idea de su majestuosidad. Trás la invasión de Navarra a principios del s.XVI, por parte de Castilla, el estado de abandono en el que quedó inmerso el palacio, hizo que éste fuera deteriorandose progresívamente. Este proceso, culminó con el incendio ordenado por el guerrillero Espoz y Mina durante la Guerra de la Independencia (1813), ante el temor de que en él se fortificaran las tropas francesas de Napoleón.El estado actual del edificio es fruto de una restauración, todavía sin concluir, iniciada a principios de este siglo, y que se ha basado en el proyecto con el que los arquitectos José y Javier Yarnoz, ganaron el concurso convocado para ese fin. La intención de esta compleja labor, es la de recuperar la estructura del palacio propiamente dicha. Así, podremos distinguir entre lo que se corresponde con el edificio original, y lo que se debe a su restauración. Sin embargo, la riquisima decoración interior que revestía sus muros se ha perdido para siempre, al igual que los jardines exteriores que lo rodeaban.